
Si acumular por acumular sea lo que sea sin otro afán que el de poseer sin importar el cómo o el para qué no tiene sentido, mucho menos lo tiene cuando lo que se acumula son animales, en tales cantidades y condiciones que carecen de alimento y de espacio, de el más mínimo cuidado, tantos que si alguno muere nadie se entera. Esto es el síndrome de Noé, también llamado síndrome de Diógenes con animales.
No debemos confundir el síndrome de Noé con el amor por los animales, no se padece esta patología por el mero hecho de amarlos y recogerlos, de vivir con ellos, mientras sus condiciones y cuidados sean los correctos.
Se supone que un 2% de la población sufre uno de los dos posibles síndromes de Diógenes. La verdad es que a la hora de documentar un poquito esta entrada y de buscar algunas fotos se me rompió literalmente el corazón. No vi cuartos llenos de todo tipo de animales, vi animales amontonados como trapos sucios enfermos, hambrientos o muertos.
Cuando se desconfíe que se pueda estar dando esta situación debemos denunciarlo porque son actos de verdadero maltrato animal. La Federación de Asociaciones Protectoras de Animales (Fapam) ha rescatado en los últimos cuatro años cerca de mil animales procedentes de personas con este síndrome. El record de animales por metro cuadrado lo ostenta Indalecio, un anciano de 75 años que vivía en Portillo de Toledo en una furgoneta con 140 perros. Parece ser que este hombre había hecho una promesa cuando era niño y un perro le había salvado del ataque de un toro, que algún día se dedicaría a recoger a todos los perros que se encontrase en el camino. En el caso de Indalecio los principios que motivaron su iniciativa era buenos pero llegó un momento en el que el afán de llevar a cabo su promesa hizo que los perros casi se comieran los unos a los otros.
Por eso, recoger, adoptad, pero no olvidéis que los seres vivos, todos, necesitamos cuidados y amor.
No debemos confundir el síndrome de Noé con el amor por los animales, no se padece esta patología por el mero hecho de amarlos y recogerlos, de vivir con ellos, mientras sus condiciones y cuidados sean los correctos.
Se supone que un 2% de la población sufre uno de los dos posibles síndromes de Diógenes. La verdad es que a la hora de documentar un poquito esta entrada y de buscar algunas fotos se me rompió literalmente el corazón. No vi cuartos llenos de todo tipo de animales, vi animales amontonados como trapos sucios enfermos, hambrientos o muertos.
Cuando se desconfíe que se pueda estar dando esta situación debemos denunciarlo porque son actos de verdadero maltrato animal. La Federación de Asociaciones Protectoras de Animales (Fapam) ha rescatado en los últimos cuatro años cerca de mil animales procedentes de personas con este síndrome. El record de animales por metro cuadrado lo ostenta Indalecio, un anciano de 75 años que vivía en Portillo de Toledo en una furgoneta con 140 perros. Parece ser que este hombre había hecho una promesa cuando era niño y un perro le había salvado del ataque de un toro, que algún día se dedicaría a recoger a todos los perros que se encontrase en el camino. En el caso de Indalecio los principios que motivaron su iniciativa era buenos pero llegó un momento en el que el afán de llevar a cabo su promesa hizo que los perros casi se comieran los unos a los otros.
Por eso, recoger, adoptad, pero no olvidéis que los seres vivos, todos, necesitamos cuidados y amor.