
Este es un estudio fotográfico, en concreto un estudio fotográfico especializado en fotografía de mascotas, nuestra diferencia la hemos puesto al incorporar el retoque al revelado digital. No he inventado nada, hay muchísimos artistas que fotografían animales, algunos se han especializado tanto que solo fotografían a una raza concreta. Otros, como yo, sienten la llamada: a veces acabo una sesión y a medida que veo las fotos estas me piden a gritos que las lleve a otro lugar, pues sí, sienten esa llamada que les lleva a desmembrar, duplicar, copiar, pegar, clonar, pintar, enmascarar, balancear, ajustar luces, añadir textura, ensuciar, desenfocar...
Pero, ¿por qué?. ¿De dónde viene esa llamada? Cuando me preguntan, suelo contestar que hago lo que hago porque me gustan la fotografía, los animales y el retoque, pero debo reconocer que últimamente he estado pensando en el por qué de todos estos montajes a caballo entre los humano y lo animal, y la explicación me ha llevado hasta mi infancia y la primera vez en que vi La Belle et la Bête de Jean Cocteau. Ahí está la respuesta.¡Ese tiene que ser el origen!
Ni que decir tiene que me encantó, que apenas crucé palabra, que dejé de parpadear y que pasaron muchos meses hasta que dejé de pensar en esa quimera tan salvaje y humana. Después, solo fue cuestión de atar cabos con Frankenstein para acabar convertida en una maestra del copy-paste menos sangriento de la historia.
Pero, ¿por qué?. ¿De dónde viene esa llamada? Cuando me preguntan, suelo contestar que hago lo que hago porque me gustan la fotografía, los animales y el retoque, pero debo reconocer que últimamente he estado pensando en el por qué de todos estos montajes a caballo entre los humano y lo animal, y la explicación me ha llevado hasta mi infancia y la primera vez en que vi La Belle et la Bête de Jean Cocteau. Ahí está la respuesta.¡Ese tiene que ser el origen!
Ni que decir tiene que me encantó, que apenas crucé palabra, que dejé de parpadear y que pasaron muchos meses hasta que dejé de pensar en esa quimera tan salvaje y humana. Después, solo fue cuestión de atar cabos con Frankenstein para acabar convertida en una maestra del copy-paste menos sangriento de la historia.